miércoles, 28 de mayo de 2014

Tres de cada cuatro litros de aceite, marca blanca



Tres de cada cuatro litros de aceite, marca blanca
El mercado del aceite de oliva se encuentra copado hoy día por las marcas blancas. :: IDEAL
Aunque, según la Encuesta de Presupuestos Familiares, el gasto de las familias en alimentación se ha reducido 341 euros en los dos últimos años, lo cierto es que los carritos siguen más o menos igual de llenos. ¿Cómo es posible mantener la misma cantidad con menos dinero? La respuesta se llama 'marcas blancas', que ya significan prácticamente el 40% de las referencias que se pueden encontrar en la despensa de cualquier domicilio. Una tendencia imparable en la última década y que se ha acentuado en los últimos seis años. Conforme se agravaba la crisis, la gente perdía su empleo y los ingresos menguaban. Y si hay un mercado donde este tipo de productos están triunfando, ese es el del aceite de oliva. Según datos proporcionados por la organización agraria UPA, las enseñas de los propios distribuidores representan ya el 72% de la facturación en los lineales cuando en 2011, por ejemplo, estábamos en el 65%. Porcentajes que evidencian quiénes marcan la pauta en este negocio, fuente de renta principal o secundaria para unas 110.000 familias vinculadas al monocultivo del olivar de Jaén.
Y es que más allá de la verosimilitud de los estudios que periódicamente cuestionan la calidad del 'oro líquido' y dando por válido que la información del continente se corresponde con el contenido, el precio sigue siendo un factor clave en las decisiones de compra por parte de los consumidores. Estamos hablando de diferencias que oscilan entre el 15 y el 20% en variedades comerciales con tanto tirón como la denominada 'sabor intenso'. Un ahorro importante para el bolsillo de los usuarios, tanto para los particulares como para los establecimientos de hostelería y restauración, pero que también implica daños colaterales para los productores. La razón es sencilla. Para que alguien venda barato ese mismo alguien tiene que comprar barato. Póngale usted los nombres y apellidos a estos últimos: los aceituneros jienenses. Conviene recordar que esta provincia genera esta campaña casi el 25% de la cosecha mundial.
La batalla en las estanterías de los supermercados se empieza librando en las cooperativas y almazaras. Y aquí es donde Jaén, con un sector productor extremadamente atomizado (330 fábricas haciendo la guerra por su cuenta), tiene mucho que perder. Bueno, realmente, lleva ya unos cuantos años perdiendo. Esta semana se están cerrando las operaciones en origen a un promedio de 1,75 euros el kilogramo, muy lejos de ese umbral de 2,20-2,40 euros que marca la rentabilidad para la generalidad de las plantaciones de Jaén.
Un paso hacia delante
Por este motivo, desde la UPA se está reclamando al Gobierno que ponga en marcha, de una manera real, la Ley de la Cadena Alimentaria para regular los mercados y para propiciar una concentración efectiva de la oferta y que esta gane en dimensión y pueda negociar desde una posición equilibrada con estos grandes compradores que, a su vez, se convierten en envasadores y posteriormente en distribuidores. O sea, que dominan todo el 'cotarro' desde el principio hasta el final. La UPA ha presentado varias reclamaciones ante los tribunales de la competencia para denunciar que detrás de estas agresivas políticas comerciales subyacen prácticas ilegales como el 'dumping' o la venta por debajo de costes.

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