jueves, 9 de octubre de 2014

Los seis pecados capitales de los tenderos

Tenderos alegan falta de seguridad y grandes pérdidas monetarias.


¿Alguna vez le han vendido cigarrillos por unidad en la tienda de su barrio o en ocasiones sacan los productos en las puertas y en los andenes para vender? Si las respuestas son afirmativas quiere decir que los tenderos de su barrio están incumpliendo algunas de las normas que regulan su funcionamiento.
Según la Cámara de Comercio de Bogotá, en la ciudad existen 10.811 tiendas de barrio registradas. En lo que va corrido del año, alrededor de 14 alcaldías locales junto con la Policía, han realizado 604 actividades de control para verificar el cumplimiento de las normas. Los pecados de los tenderos quedan en evidencia en estos operativos.
Licor después de las 11
Es el pecado que más cometen los tenderos en todas las localidades, según la Policía. El Decreto 263 de 2011 señala que la venta y el consumo de alcohol en las tiendas solo está permitido entre las 10 de la mañana y las 11 de la noche. Según Asotiendas, organización que representa a los tenderos, cerca del 40 por ciento de los negocios fueron cerrados por este tipo de incumplimiento desde que se expidió el decreto.
Francisco Álvarez, presidente de dicha organización y tendero en el barrio Los Molinos, señala que los sellamientos se dan porque desde que se prohibió vender después de las 11, sus ingresos han disminuido en un 50 por ciento. “Hasta las 9, la gente compra artículos de la canasta familiar y de ahí en adelante solo se vende licor. Los ingresos disminuyeron y por eso los tenderos no respetan los horarios”, aseguró.
Para Carlos Ortega, dueño de una tienda en Chapinero, que ha sido sellada por incumplir el horario, “es injusto que nos restrinjan tanto la venta mientras se permite que los bares operen hasta las 5 a. m”. Agrega que se deben tener en cuenta graves problemas que tiene el gremio como la inseguridad y la competencia de grandes supermercados.
Alcohol adulterado
“En vista de que íbamos muy mal por la prohibición de vender licor en determinados horarios, muchos optaron por lo ilegal y al ver que estaban arruinados decidieron vender licores adulterados”, indicó Álvarez. Según la abogada de la Alcaldía de Engativá, Martha Castañeda, solo en esta localidad, se han incautado más de 2.000 botellas de licor adulteradas.
Suelos no permitidos
La Ley 232 de 1995 establece que las tiendas deben cumplir con unas normas relacionadas con el uso del suelo.
Castañeda explica que “muchos de los tenderos instalan su negocio en cualquier sitio sin consultar el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) para determinar qué actividad se pueden desarrollar”.
Castañeda señala que “en ocasiones se utilizan balanzas viejas que no las mandan a arreglar ni a calibrar y por el uso se van descuadrando”.


Trece negocios han sido sellados en la localidad de Tunjuelito por incumplir las normas referentes al uso del suelo. Mientras tanto, en la localidad de San Cristóbal ya se han hecho 10 visitas a tiendas en las que se evidencia que la mayoría incumple esta norma.
Cigarrillos por unidad
Según Asotiendas, el 100 por ciento de los negocios ignora la ley 1335 de 2009 que prohíbe la venta por unidad de productos de tabaco. Castañeda explica que en la mayoría de las tiendas no solo se venden cigarrillos por unidad sino que también se presentan casos de venta de tabaco a menores de edad.
Espacio público invadido
“En los barrios del sur, por ejemplo, todo el mundo saca algo para vender al andén, porque los ingresos no alcanzan y la gente necesita comer”, señaló Álvarez.
La abogada Castañeda indica que en los operativos encuentran “tenderos que ponen los bultos de papa y yuca en el andén, impidiendo el paso de los peatones”.
Alterar las balanzas
De acuerdo con Asotiendas, Ciudad Bolívar es una de las localidades en donde más se alteran las balanzas.
La contaminación visual, otro lío
La Secretaría de Ambiente debe dar una autorización en la que se establezca qué tipo de avisos se pueden instalar en las tiendas para determinar las medidas y los tamaños, dependiendo la zona en la que esté ubicado el predio.
De acuerdo con Martha Castañeda, abogada de la Alcaldía de Engativá, los tenderos suelen llenar sus fachadas de publicidad exterior anunciando diferentes productos y servicios.
En un operativo diurno o nocturno en el que se pueden visitar más de 15 establecimientos, alrededor de 20 vallas son decomisadas por producir contaminación visual.
Solo en el barrio Quirigua de la localidad de Engativá, 50 vallas fueron recogidas durante un solo recorrido.
EL TIEMPO

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