miércoles, 17 de julio de 2013

LA GUERRA CONTRA LAS MARCAS BLANCAS


LA GUERRA CONTRA LAS MARCAS BLANCAS

La Asociación de Usuarios de la Comunicación habla de «moda» y de «publicidad comparativa desleal»

En épocas de crisis, las marcas blancas son una opción recurrente para muchas personas. Sin embargo, no se publicitan como lo hacen las grandes marcas, que se alían para sacar anuncios reivindicando la calidad que ofrecen en comparación con los productos «sin nombre». Desde la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC) consideran que estos spots son «publicidad coparativa desleal, que denigra de modo indiscriminado a un importante segmento de la oferta, y que induce a confusión a los consumidores», según una nota facilitada a los medios.
«Desde productos cosméticos a ambientadores o limpia lavadoras, la AUC ha observado la persistencia de determinados mensajes que intentan poner en valor las marcas anunciadas a base de criticar, de un modo global y absoluto, a los productos denominados «de marca blanca», que son comercializados por las cadenas de distribución con denominaciones propias», continúa la nota. Según un estudio de las principales marcas, los productos que pertenecen a las cadenas de distribución han eliminado el 22% de las enseñas en los últimos diez años.

La guerra de las marcas

Las principales cadenas de televisión han elaborado anuncios y promociones que ensalzan la calidad de los productos de marca, pero desde AUC denuncian que «no puede recurrirse legalmente a este tipo de menciones comparativas, según las cuales todos los productos de marca blanca, y sólo los productos de marca blanca, sin inferiores en calidad y prestaciones a los anunciados, llegando incluso a ser perjudiciales».
La Asociación considera que este tipo de publicidad podría inducir al usuario a pensar que, a la hora de adquirir un determinado producto, deben quedar excluidas las marcas blancas entre sus posibilidades de elección por un principio de precaución, menoscabando así el crédito de estos productos en el mercado de forma indiscriminada, y sin que quepa alegar en este caso, debido a la generalización abusiva a la que se recurre el supuesto de «exceptio veritatis» recogido por la legislación para permitir la mención desfavorable de los competidores. En un momento económico en el que la publicidad escasea cada vez más, la guerra está servida.

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